Las elecciones celebradas en los regímenes de corte autoritario o totalitario han sido denominadas «no competitivas», «sin elección», o «no como las otras». Esas tres definiciones, hechas desde una óptica que entiende la democracia como el parámetro ideal, contienen una calificación negativa o de carencia: a estas elecciones les falta algo para ser lo que deben ser unas auténticas elecciones; por lo tanto, debemos saber qué caracteriza a las elecciones competitivas, con posibilidad de elección o democráticas, si queremos definir como su contrario a las no democráticas.