“En la historia del pensamiento el contractualismo es sobre todo una teoría política: El contractualismo da una respuesta a la pregunta sobre las condiciones en que la potestad política es legítima. Quien dispone del poder político puede coaccionar a los subordinados para que realicen ciertas acciones, a través de amenazarlos con sanciones si obran de otra manera, y aplicar las sanciones en caso necesario. Por tanto los subordinados al poder deben vivir una libertad restringida. En vista de esto se sigue la pregunta de si es legitima la potestadde los poderosos, es decir, de si es justa; o desi es injusta y por tanto despótica. Que sea despótica no implica que sea irracional realizar aquello a lo que uno es coercionado. A causa de las amenazas de sanciones suele ser racional realizar lo exigido. En caso de que la potestad sea legitima, no es solo racional - en vista de las sanciones - realizar lo exigido, también es una obligación moral actuar así. La legitimidad de la potestad se correlaciona con la obligación de los sujetos a dicha potestad. En lugar de la pura compulsión se da la obligación moral, un tipo especial del deber** práctico”--Pág. [343].