La naturaleza corporativa de una sociedad de capital, la dinámica de su actuación en el tráfico negocial, y la complejidad de las relaciones jurídicas tenidas con su órgano de administración, dan lugar a una ingente e intricada, pero a la vez atrayente variedad de supuestos por demás interesantes. Uno de ellos se refiere a los conflictos de intereses generados entre la sociedad y su administrador, por la oportunidad de emprender un nuevo negocio del interés de ambos, tema que ha captado nuestra atención y cuyo análisis nos hemos propuesto en este estudio.