El término "persona" es equívoco cuando lo usamos en el derecho, porque durante la edad contemporánea hemos estado bajo la influencia de la categoría de la "juristische person", según la terminología que acuñaron los discípulos de Kant siguiendo los pasos de su maestro. Hoy entendemos bajo el término "persona" únicamente al ser humano individual, y si queremos referirnos a las entidades que poseen personalidad jurídica hemos de usar la expresión "persona jurídica".