Al hablar de las actividades que conforman a la hospitalidad es imposible no recurrir a las disciplinas como la antropología y la sociología. Esto porque la hospitalidad no sólo surge del afán del individuo de desplazarse fuera de su lugar de origen sino de la consciencia del hombre acerca de su vulnerabilidad y la necesidad del otro para sobrevivir. Es esta alteridad la que posibilita la apertura, así como la atención y el cuidado de los demás, que empiezan por proveer de comida y cobijo al otro, pero que adquieren un sentido humano al responder a esa añoranza del viajero por la familia y el hogar.