La medición del riesgo operacional en las instituciones de crédito, como metodología es de reciente aplicación, utiliza como base el acuerdo de Basilea II, dicho documento sugiere reservar capital, con objeto de tener una cobertura para las pérdidas potenciales, por fallas o deficiencias en los controles internos, por errores en el procesamiento y almacenamiento de las operaciones o en la transmisión de información, así como por resoluciones administrativas y judiciales adversas, fraudes o robos.