En mayo de 2005 una pipa que transportaba combustible sufrió una volcadura en la colonia La Pastora, Delegación Gustavo A. Madero. En apego al Manual de Protección Civil, las autoridades delegacionales debieron solicitar urgentemente un estudio del subsuelo del área para descartar una posible filtración del carburante. Sin embargo, fue Alfonso García, Director de Jurídica y Gobierno de la siguiente administración, quien nueve meses después lo solicitó a la Coordinación General de Daños Ambientales de la UNAM, misma que halló niveles de hasta 100% de explosividad en dicho perímetro.