El problema de la historia como pregunta perenne. El pensamiento humano, a lo largo de su evolución histórica, ha presentado y sigue manifestando cuestiones que acompañan al hombre de todos los tiempos. Preguntas que, por la radicalidad de su planteamiento, no pueden ser desdeñadas. Son preguntas perennes que apuntan al ser y al quehacer humanos, que exigen una respuesta cuyo contenido ilumine la vida del hombre correcto. La hondura de dichas preguntas, que todo hombre se hace, exige, por lo tanto, una respuesta que de razones, una respuesta racional que busque los fundamentos últimos, las causas últimas o primeros principios, en sentido filosófico.