Ante los acuciantes problemas del hombre en los tiempos actuales, se vuelve imperiosa la necesidad de rescatar algunas ideas de la filosofía antigua, tal como virtudes cultivadas en el pasado que, como prácticas sociales e individuales, en un cierto sentido se han ido relegando injustificadamente al paso de los siglos, en pro de un criterio pragmático. Una de esas virtudes es justamente la amistad. La aportación que Aristóteles hace en este tema abona una doble dimensión: por una parte, teoriza el tema mediante un tratamiento sistemático como nunca la ciencia lo había hecho hasta ese momento, y por otra parte, él sería un amigo ejemplar, como intentamos mostrar al lector. Hasta donde se nos alcanza, nadie había presentado un listado de sus amigos, dejando ver la aplicación práctica de su propia teoría en términos materiales. Esta parte es la más novedosa de este libro.