Las transformaciones culturales que conoció el mundo occidental a partir de la década de 1960 condujeron a una modificación de la relación que las y los profesores solían mantener con el trabajo educativo. Pasó de corresponder a una vocación, a asumirse como una profesión sin más. Esta es la idea que defiende François Dubet en su análisis de lo que llama el “declive de la institución”. En este artículo, partimos de dicha tesis para probar su pertinencia y comprender la relación que las y los profesores universitarios mexicanos mantienen con su trabajo. A través de entrevistas en una universidad privada, mostramos que aún prevalece una concepción y una relación con el trabajo docente asimilable a un compromiso vocacional sobre la base de cierta creencia en una dimensión “misional” de la docencia universitaria.