Es un libro sobre un periodo de la historia del Derecho en México del que poco se conoce y del que mucho puede ser útil tener una idea precisa de su contenido, realizaciones y limitaciones. Se trata de un estudio acucioso de uno de los periodos autoritarios de la historia de México que, por sus resultados económicos y sociales, merece ser estudiado para identificar con claridad la vinculación entre la norma jurídica y su impacto en la transformación de la realidad social o en la conservación de modelos anacrónicos que más tarde o temprano habrán de ser modificados con la marcha de la historia. El Derecho tampoco puede ser imitación extralógica de otros marcos normativos, sino resultado de una evolución propia, ciertamente enriquecida con experiencias ajenas, pero cuyo desarrollo se afirma en forma prudente en el contexto nacional. En los momentos de ruptura, incluso, como puede advertirse en algunos de los textos aquí reunidos, es necesario partir de la etapa anterior para suprimirla, continuarla, mejorarla o transformarla. No puede haber rupturas ni continuidades totales.