El presente trabajo tiene como objetivo reflexionar sobre la importancia que se le debe dar al ser humano en cualquier organización por el simple hecho de ser persona; asimismo, se analizan los beneficios de la implementación de programas de formación integral en la empresa. En el contexto de este trabajo se entiende por formación integral: "la adquisición de conocimientos y la mejora de actitudes en orden a la plasmación de una personalidad especialmente apta para el ejercicio de una determinada actividad" (RESGO; 1984:17). Debido a que, actualmente el mundo las organizaciones se han visto envueltas en un entorno cambiante como consecuencia de los constantes avances tecnológicos, así como de la globalización económica. Dichos cambios han generado: el desplazamiento del mercado de una gran cantidad de empresas, así como, el surgimiento de otras tantas. Uno de los factores que contribuye en la permanencia de las empresas, es la adquisición y gestión de los conocimientos que distinguen la actividad primordial de la organización. Un medio para lograr dicha adquisición y gestión de conocimientos se realiza por medio de la "formación integral" que tiene como fin primordial: continuar la formación de las personas en la empresa, descubrir sus potencialidades, aspiraciones e inquietudes y perfeccionar su desempeño profesional. En este sentido la formación integral no sólo ayuda al desarrollo humano de las personas, además forma parte de la empresa beneficiando el desarrollo económico y fortaleciendo los elementos necesarios para asegurar la permanencia de la empresa.