Entre los numerosos actos que realiza el Estado en el ejercicio de las facultades que tiene conferidas en la ley, quizás los que mayor inquietud causan a las empresas son aquellos relacionados con el ejercicio de las facultades de inspección, a través de visitas domiciliarias, ya que para las empresas implican una serie de molestias que rompen con el ritmo normal de sus actividades, pérdida de tiempo, erogaciones innecesarias y no previstas para una defensa eficaz y oportuna en contra de la determinación de sanciones. De lo anterior, resulta indispensable que el empresario tenga un amplio conocimiento de los alcances y transcendencia de las visitas de inspección, a efecto de actuar con plena conciencia de sus derechos. Las autoridades laborales están facultadas para practicar visitas a las empresas, cuya finalidad consiste en la comprobación del acatamiento que los patrones hacen respecto de las disposiciones laborales.