Reingeniería de la división de poderes en México

Durante mucho tiempo quise desarrollar esta propuesta, sin embargo creía no estar lo suficientemente preparado ni maduro para convencerme de la efectividad de la misma. Al analizarla con gente relacionada con el trabajo en la Contraloría, no tan sólo la vieron como un buen tema, sino que tiene una actualidad tan viva como fue el hecho de las elecciones que se realizaron en marzo del 2003 en el Estado de México, y en Julio del mismo año a nivel federal. El tema de por sí implica una ruptura total del antiguo régimen presidencial que estuvo vigente por 70 años en el país, aunque en muchas entidades federativas y municipios se continúa practicando igual. Muchas ideas filosóficas como el Capitalismo y el Socialismo pueden resultar benéficas para el hombre, pero al momento de llevarlas a la práctica, se presentan serios problemas; situación parecida sucede con la clásica división de poderes, sobre todo en países latinoamericanos. El poder tan grande que la figura presidencial representa, el dominio por mayoría de su partido político en los Congresos, el nulo respeto o el jugueteo en las decisiones del Poder Judicial y en muchos casos el uso militar para conservar el poder y el orden, es lo que conlleva en ocasiones a ser tan sólo un ideal en los Estados modernos.