Desde Aristóteles, la tópica ha sido considerada una introducción a la retórica, y ello ha movido a muchos filósofos del derecho contemporáneos a pensar que la tópica jurídica es simplemente un primer capítulo de la retórica jurídica. En las páginas que siguen se sugiere que entre la nueva tópica jurídica y la nueva retórica jurídica (las posteriores a 1945) ya no existe una correspondencia unívoca o unidireccional (la señalada por la escuela aristotélica), sino que se da más bien una correspondencia biunívoca, o sea, que además de unívoca es recíproca, lo que permite invertir la correspondencia y plantear la relativa autonomía de ambas formas de pensamiento.