El rostro es probablemente el rasgo físico más significativo del hombre: en tanto animales racionales, nuestra corporalidad nos constituye como seres vulnerables y necesitados, pero actuamos con prontitud para cubrir el cuerpo ante las inclemencias del tiempo y para llenarlo de significaciones. Giorgio Agamben subraya el hecho de que el cuerpo humano está particularmente privado de expresiones con respecto al cuerpo de los animales: las pintas en el pelaje del leopardo, los colores de las partes sexuales del mandril, las alas de la mariposa y el plumaje del pavo son algunos ejemplos que contrastan con la realidad corporal humana.
Galindo Cruz, P. (2024). Una mirada a la guerra desde la perspectiva de un hombre indefenso. Conocimiento Y Acción, 4(1), 26–32. https://doi.org/10.21555/cya.iVI.1.3063