El proceloso mar posmoderno y el futurismo axiológico de retorno a Ítaca

La llamada cuarta revolución industrial propone, en este siglo XXI, integrar las tecnologías emergentes (nano desarrollos, inteligencia artificial, neurociencias, biotecnología) a las principales dimensiones de la realidad humana, para reinventar junto a la automatización robotizada, las principales esferas de nuestra existencia cultural, laboral, económica o social. Ello ha obligado a replantear qué hemos de entender por vida, inteligencia, ética, educación o futuro, entre otras muchas coordenadas que dotan de sentido a nuestra presencia en este mundo, que ahora obedece a la inmediatez digital y a una noción de tiempo basada en el patrón velocidad. Y articulada en torno al éxito medible de la eficacia y la celeridad algorítmica de la producción, el comercio, la comunicación o la gestión. En un contexto de esta naturaleza todos los conceptos que habíamos acuñado para entendernos necesitarán reescribirse, porque fueron hechos para un ser y estar en el que ya no nos reflejamos. Y que ante el surgimiento de un contexto disruptivo, han inspirado las reflexiones contenidas en este primer volumen de la serie Sociedad Tecnológica y Futuro Humano, en el que la natural vocación problematizadora de las humanidades pasa revista a las redefiniciones conceptuales que nos reclama este nuevo nicho existencial en que se ha convertido la sociedad tecnológica.