<jats:p>De las muchas posibilidades de lectura de Antígona de Sófocles destacamos la naturaleza del conflicto trágico, que tiene sus raíces en valores anteriores al orden social establecido y que puede considerarse material útil para una refundación del estatuto político en la posmodernidad. A partir del comentario de texto señalamos que Antígona no atenta contra el orden social, sino que espera consolidarlo en un fundamento imperturbable; que encarna la crítica de la racionalidad instrumental, inaugurada por la sofística y reavivada sucesivamente en la modernidad; que afirma existencialmente una ética del amor fraterno como humanización del orden del universo. Proponemos ampliar la noción de hermano consanguíneo y extenderla a la idea de hermano como “el otro” en el marco de las sociedades posmodernas, espacios de intención multicultural, para tener un principio de rescate ético. En esta re-lectura se actualizan las nociones arcaicas de religiosidad, honra fúnebre y piedad familiar.</jats:p>