Se ha dado en nuestros tiempos un fenómeno sin precedentes, a saber, el acelerado abandono de creencias y prácticas religiosas que estaban vigentes desde hace siglos y que inspiraban una cultura considerada hegemónica en gran parte del mundo. En este artículo, Alejandro Llano analiza las raíces ilustradas de este proceso de secularización. Llano sostiene que la gran paradoja de la modernidad estriba en su capacidad autodestructiva cuyo epicentro se localiza justo en la secularización. Contra el radicalismo secularista, Llano defiende que la sociedad democrática debería optar por la libertad religiosa.