En estos tiempos de innovaciones tecnológicas, en los que es común hablar de ingeniería genética o edificios inteligentes, queda de manifiesto, una vez más, la tendencia natural del hombre por valerse de su entorno para mejorar su forma de vida. Sin embargo, existen realidades que no pueden ser revertidas, aunque el hombre transforme los alimentos y automatice su realidad, tales como el envejecimiento de la población.
De ahí que los estudios prospectivos dirijan la atención hacia nuevos nichos de mercado que los servicios de la hospitalidad puedan atender, con pautas eficaces en la gestión directiva.
Así mismo, se trata de un momento propicio para retomar lo que Monseñor Escrivá de Balaguer consideraba el fin de la sabiduría y el conocimiento: el servicio del ser humano integral.