Parece ser que el desarrollo tecnológico plantea más interrogantes, de las que puede resolver. En especial obliga a reflexionar en todos los aspectos que tienen que ver con la persona, y su esencia social y trascendente. En primera instancia las comunidades llamadas virtuales llevan el concepto de interacción social a un nuevo nivel en el que un grupo de individuos establece contacto tomando como premisa ciertos gustos y preferencias sin que exista entre ellos un contacto cara a cara.
Esto que en las empresas de servicio parece contradictorio, permite dar seguimiento y eficiencia a una actividad que tiene como centro a la persona. Así existen establecimientos que cuentan con la prestación de servicios mediante un módulo interactivo.